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Huamanga o Ayacucho, es una de las pocas ciudades privilegiadas del país y el mundo, de milenaria tradición histórico-cultural y trascendencia geopolítica. En su suelo ocurrieron acontecimientos sociales, económicos, culturales y políticos de impacto e importancia nacional y continental. Entre ellos destacan, la presencia del hombre más antiguo del Perú y Sudamérica, en la cueva de Pikimachay con más de 15,000 años de antigüedad (R. MacNeish, 1971); cuyo logro más extraordinario es la domesticación de plantas y animales, sobre los cuales la agricultura, la ganadería y otras actividades económicas alcanzaron sorprendentes logros, principalmente los primeros cinco siglos de n.e. emergiendo la cultura regional Huarpa, con grandes capacidades organizacionales, tecnológicas y productivas, que confirió ciertas circunstancias propicias para el surgimiento del Gran Primer Imperio Andino Wari entre los siglos VI y XI, consolidando el sistema urbano andino en la capital ubicada a 23 km de la actual ciudad de Ayacucho dos fenómenos importantes para el Perú; la convirtiéndose en la capital de un centro de poder social, religioso y militar más sólido del Antiguo Perú. , a partir del cual se construyó otras ciudades administrativas en el vasto territorio del antiguo Perú, . Más tarde los legendarios Chancas (s. XII-XIII d.C.) se consagraron en Señoríos. Mientras que en los siglos XIV y XV se funda el centro administrativo inka de Vilcashuamán, convirtiéndose en el ombligo del Tahuantinsuyo.

Sobre estas bases, en 1540, los españoles, fundan la ciudad con el nombre de “San Juan de la Frontera de Huamanga” y rebautizada por Bolivar en 1825 como Ayacucho, en homenaje a la batalla que puso fin a la dominación española. Es uno de los conjuntos urbanísticos coloniales más notables del continente. Conocida como la "Sevilla Peruana" por sus fiestas de Semana Santa y "Ciudad de las Iglesias" por sus numerosos templos y bellas casonas de estilo europeo. Hermosas casonas de amplios patios y valiosos museos se constituyen en encantadores centros históricos turísticos de arquitectura señorial.
Es interesante visitar sus iglesias coloniales de estilo renacentista barroca mestiza en piedra e interiores tallados en madera y cubiertos con láminas de metales preciosos. En 1677 se funda la segunda universidad del Perú, la de San Cristóbal de Huamanga. En los siglos XVII y XIX es una de las ciudades de mayor importancia social, económica, política y cultural. En 1824, el episodio de la batalla de Ayacucho inmortaliza el grito de la libertad americana. Más tarde el brujo de los Andes don Andrés A. Cáceres juntamente con líderes campesinos como Basilio Auqui, Ventura Qalamaki avasallaron y expulsaron las huestes chilenas.

En 1980, la región soporta los más crueles embates de una violencia armada interna, resquebrajando principalmente su aparato productivo y sobre todo la estructura social con fatales excesos a los elementales derechos humanos de sus habitantes. En la actualidad, desde 1992, es una ciudad pacificada, con marcada calidez humana y espíritu emprendedor que viene erigiendo un gran proyecto regional de cambio y desarrollo económico social sostenible, protegiendo su medio ambiente e identidad cultural andinas.

Hoy, en estas tierras, la interacción naturaleza/hombre, preserva sus formas ancestrales de vida y productiva, poniendo de manifiesto sus “modus vivendi” cotidianas, sus expresiones espirituales, creaciones poéticas, artísticas, musicales, etc. que hacen de Huamanga una ciudad originaria, encantadora, hospitalaria; donde descubrirá y disfrutará nuevas y gratas experiencias.